A un año y unos días de la boda, las dudas me consumen.
No sobre casarme, si no sobre todos los pequeños detalles.
Como ya conté, he hecho un informe-guía para tener las ideas más o menos
claras. Pero aun así con cada idea expuesta sobre el papel, en algún momento
aparece otra que me resulta más interesante, novedosa o que parece encajar
mejor con lo que quiero hacer.
Un ejemplo son los detalles para regalar. He comprado ya algunas cosas, pues tuve una
idea para acompañar el alfiler y me pareció genial.
En general sigo bien con la idea, a pesar de los comentarios
de mi pareja (que es la única persona que sabe que quiero hacer, ay que quiero
que sea una sorpresa y que no me lo critiquen), él dijo que si no prefería dar
otra cosa, o dar algo más que eso. Vamos, que no le gusta la idea. Pero he
llegado a un punto en que me digo a mi misma. Tu primero haz uno y cuando vean
el resultado que ya te critiquen o no. Pero al menos debes tener la oportunidad
de mostrarles que es factible y que queda bien.
Con este detalle en concreto no hay marcha atrás, creo que
me encabezone por los comentarios, ya que decidí comprar todo lo que hace falta
para hacerlo. Lo que pasa es que hay una parte que no sé exactamente como lo
realizare y esto me hace plantearme si hice bien o si he cometido un error.
Por otro lado están los comentarios negativos sobre mis
ideas de la gente que me rodea. Me siento como si estuviera diciendo que el
mundo es redondo y el resto del planeta creyera que es plano.
Y eso es lo que me llena de dudas. Porque creo que son
buenas ideas, pero como siempre acabo recibiendo una mala critica de alguien,
por un segundo, pienso si lo que quiero hacer quedara bien o me hará quedar
como una idiota.
Porque a lo mejor esto que estoy haciendo con toda mi
ilusión y cariño no es entendido así.
No quiero cosas clásicas y no creáis que busco cosas
extrañas. Pues solo quiero que sean originales y diferentes. Que nos
representen a mi pareja y a mí, y no que represente a nadie más porque estos
intervengan. Me rodea un mundo de personas “Clásicas”, con esto me refiero a
personas que hicieron su boda en una época, la de algún familiar después y
creen que esa es la línea que debe seguir una boda. Y que si te sales de eso no
hay mucho que hacer. Tienen sus propias opiniones sobre la cantidad que se
gasta, sobre el número de invitados, sobre cómo han de hacerse las cosas y en
mi caso unos tiran hacia el lado “hay que gastar, invitar y hacer las cosas a lo grande” y el otro lado
hacia “No merece la pena gastar tanto, hay que invitar a las personas justas y
es mejor hacer las cosas más comedidas”
Un lado entiende que ahora se hace boda, cóctel, comida y
barra libre y ser regala mil cosas, y se
hacen otras mil cosas por compromiso. El otro lado no lo cree así porque su
experiencia no fue así. Y Se suponen que están ahí para ayudar, pero para mí
que algunas veces están más para condicionar.
Y nosotros en medio.
Vuelvo al tema de las dudas que me he ido por la tangente. Estas
dudas que me surgen a causa de las opiniones me tienen haciendo que no pueda
decidirme sobre algunos temas. Y sobre todo me están haciendo, con cada cosa
que compro, preguntarme si he gastado en lo que debía esa parte del presupuesto
o habrá que arreglarlo y eso hará que cueste el doble.
Pero luego me pongo a hacer las cosas y aun que cambie de opinión
en algunas cosas como el color de un cordón o la forma de escribir un texto, según
las hago van saliendo a mi manera, pues al final os digo que hago las cosas de
forma diferente y como yo quiero que yo pensaba y quería que tuvieran.
Así que si hay algo diferente que queréis hacer en la boda,
algo original pero las opiniones no os acompañan, no desesperéis. En vez de luchar
de palabra con ell@s, hacedlo de obra y les demostraras y te demostraras si
llevabas razón.
Eso si, haz un intento a solas para que si sale muy mal y
hasta tu te das cuenta que estabas en un error, puedas aparecer con otra idea
genial sin que se vea como un fracaso.